Toda una vida por delante... sueños... promesas... anhelos... algo por lo que luchar... Todo roto en mil pedazos por un maldito accidente de tráfico. Todo por... ¿no llevar las luces encendidas?

Ayer, cuando escuché las sirenas, no imaginaba el motivo... Quizá algún incendio, no sé, un accidente... Pero nunca imaginé que las sirenas de las ambulancias y de los coches de la policia era porque alguien que conocía, junto a otro chico más que seguro conocía de vista, tuvieron un accidente de motocicleta que se llevó sus vidas... ¡Tenían 16 años, tan sólo 16 años!

Esta mañana no podía creer lo que escuchaba de boca de mi hermano. El hermano de un amigo suyo falleció en ese accidente... Y yo había tenido trato con ese chico, era mi compañero en mecanografía e íbamos al mismo centro educativo. Aún no me lo creo.

Cuando mi abuelo murió, cuando yo tenía casi 10 años, fui incapaz de llorar cuando fuimos a verle al tanatorio. Vergüenza, todo por vergüenza. He llorado su muerte, pero sola y con más edad. La muerte es algo difícil de asimilar para mí. Tampoco fui capaz de derramar lágrimas cuando la abuela materna de unos primos falleció. ¿Por qué? ¿Tanto me oculto en mi coraza que soy incapaz de sentir emociones a veces?

Y ahora, aunque ya no trataba con ese chico, quiero llorar. Estoy triste y me apena mucho que haya ocurrido esto.

¿Dónde está vuestro dios? Decidme, ¿dónde está, eh? No me digáis que está recibiendo esas dos pobres criaturas, porque no me lo creo.

Sólo puedo decir... que si existe algún lugar donde las almas van tras la muerte... que descanséis en paz.

†

Creo que me desahogué un poco.