viernes, 18 de abril de 2008




>Sin odio escribo hoy esta canción,

De mi alma su manifestación.

No tengo deseos de remisión

Solo el sentimiento de liberación.



>Una vez aspiré a ser alguien mejor,

Un cuerpo sin ningún rencor.

Fruto de un desmesurado amor.

Ahora solo me queda el profundo ardor.



>En uno de mis años de soledad

Me invadió una ola de maldad.

En ese entonces no temía la verdad.

Era solo un desecho de piedad.


Hoy me he cansado de soñar,


>No quiero volver a llorar.

Mi alma vuelve al atrás,

No sabe ya como volar.



>Nadie me vio perdonar,

Como cuando él me quiso besar.

Su voz era del más etéreo cristal,

Sus manos casi pude notar.




De Naya, para Isil